Si estás esperando un bebé o hace poco que lo has tenido, seguro que te han entrado los típicos agobios de los padres primerizos. Ya empiezas a vislumbrar como te consumen un tiempo ingente las visitas al pediatra, cambiar pañales, alimentarlo y toda la atención que requiere un bebé. Que por otro lado, se entera lo justo de lo que ocurre a su alrededor.
Te asaltaran un mar de dudas y con la mayoría no puedo ayudarte. Pero sí te puedo ayudar a mantener la forma, o incluso mejorarla, a pesar del poco tiempo que vas a tener. Aprovechando cada minuto para exprimirlo a tope.
El punto fundamental es que tanto tú como tu pareja tenéis que seguir entrenando. Por vuestra salud física y mental, porque tenéis la responsabilidad de ser el mejor ejemplo para ese nuevo ser vivo que acabáis de crear, y sobre todo, porque vuestro hijo va a necesitar unos PADRES QUE LE DUREN SANOS MUCHOS AÑOS.
Como muchos de mis deportistas ya han pasado, o están pasando por esta etapa, ya han solucionado estos problemas de la mejor forma posible. Así que tienes la suerte de que te traigo sus mejores consejos, para ahorrarte el tiempo y los errores de tener que aprenderlos por tu cuenta.
1.- Involucra a tu pareja: Lo primero y más importante es que CONVENZAS A TU PAREJA de la importancia de manteneros activos y sanos. Quizá os peleéis por entrenar los dos a la vez, pero al menos entenderá que necesitas tu tiempo para mantenerte en forma.
2.- Planificación: Organiza junto con tu pareja los HORARIOS CON ANTELACIÓN, para que los dos dispongáis de un rato cada día (o casi todos), para realizar actividad física. Plasmadlo en un esquema horario y pegadlo en la nevera si es necesario.
3.- Madrugar: Temprano, mientras el bebé y tu pareja duermen es de los mejores momentos para moverte un poco, porque puedes llegar a casa a una hora temprana y casi ni se nota que te has ido. Acostúmbrate a MADRUGAR porque ese tiempo es oro.
4.- Entrenamiento eficiente: OPTIMIZA EL TIEMPO que dedicas al entrenamiento. Incorpora sesiones de alta intensidad o entrenamientos cortos pero intensos que te permitan obtener mayor rendimiento en menos tiempo. En este aspecto, UN ENTRENADOR puede ser el aspecto diferenciador.
5.- Flexibilidad: SÉ FLEXIBLE con tu horario de entrenamiento. Si surge algo imprevisto (ya te adelanto que surgirán continuamente), pospón el entrenamiento al siguiente hueco que tengas libre (cuando el niño duerma, cuando coma, cuando esté con los abuelos…). Y recuerda que lo importante es no parar, no pasa nada si el entrenamiento no es perfecto y si no entrenas todo lo que te gustaría. Entrenar un poco es infinitamente mejor que no entrenar nada.
6.- Siestas del bebé: Los recién nacidos duermen mucho durante el día. Aprovecha estos momentos para realizar entrenamientos cortos y específicos que se ajusten a tu horario.
7.- Entrena en casa: Puedes compaginar el cuidado de tu recién nacido entrenando en casa. Esto te permite entrenar mientras estás cerca del bebé y reduces el tiempo dedicado a desplazarte. El RODILLO es un gran amigo en este periodo, en primer lugar porque optimizas mucho el tiempo y en segundo lugar, porque si surge cualquier imprevisto vas a estar en casa para poder ocuparte. También puedes hacer entrenamiento de fuerzas en casa con un material básico. Otra opción, es salir a CORRER CON EL BEBÉ EN EL COCHECITO, puedes hacer buenas sesiones y largas y así también le das más tiempo libre a tu pareja.
8.- Descansa: La paternidad de un recién nacido puede ser agotadora, así que respeta los tiempos de descanso que el cuerpo te pida, para recuperarte y rendir al máximo durante tus entrenamientos. Aprovecha los momentos en que el bebé duerme u otra persona está a cargo de él.
9.- Familia: Si tienes FAMILIA CERCA estás de suerte, van a estar deseando ayudar y ayudan mucho (y más siendo primerizos). Así que respáldate en la familia porque os liberará tiempo para los dos.
10.- Contrata una persona: Si no tienes ayuda de la familia considera contratar a una persona para que os ayude con la casa o con las comidas. Vale la pena DELEGAR CIERTAS TAREAS y dejar que personas con experiencia te faciliten la vida.
Y con este decálogo creo que tienes suficiente para empezar. Cada caso es especial y debes ver como adaptas todo esto a tu contexto, tus necesidades y la de tu recién nacido. Pero recuerda que lo más importante es ¡NO PARAR!
¡¡Enhorabuena por tu reciente paternidad!!