Seguro que no has estado en la cara olvidada de Castellón.
Aquí no hay colas, ni turistas haciéndose selfies.
Hay una sierra que nadie conoce. Senderos que huelen a tomillo.
Y un clima tan perfecto en octubre que parece diseñado para ti.
Del viernes 3 al domingo 5 de octubre, mientras otros se resignan al sofá y al hastío postverano, tú puedes estar caminando entre alcornoques centenarios, comiendo trufa negra en un pueblo de 200 habitantes y brindando con vino de garnacha junto a personas que, como tú, han decidido no perderse lo esencial.
No es un viaje. Es una declaración de intenciones.
Un regreso a lo que importa: naturaleza, esfuerzo compartido, conversación sincera y caminos sin prisa.
Las plazas son limitadas.
Precio 380€
Esto es para quienes actúan, no para los que se lo piensan demasiado.
¿Vienes o te lo van a contar?